jueves, 16 de diciembre de 2010

"La aurora" (Poeta en Nueva York)


Autorretrato en Nueva York
Fijaos en la actualidad que tienen estos versos de Lorca. Cuando viajó a Nueva York en 1928 estaba a punto de estallar una de las mayores crisis financieras de alcance mundial. Con imágenes alucinadas, deudoras del Surrealismo, Lorca describe un desolador amanecer en una ciudad hostil que simboliza la civilización materialista y deshumanizada donde los más débiles están condenados a sufrir. ¿Qué diría Lorca del capitalismo salvaje que se ha adueñado de nuestro mundo y de nuestras vidas?



 
La aurora
 La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.


(GARCÍA LORCA, Federico:  Poeta en Nueva York)
 
Gabriel Sopeña, Loquillo y Luis Eduardo Aute ponen música y voz a esta poema famosísimo de Federico García Lorca, procedente de Poeta en Nueva York:



 
 


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